Las enfermedades periodontales son un conjunto de trastornos que afectan a los tejidos que rodean y sustentan a los dientes: encía, ligamento periodontal y hueso. Básicamente se distinguen 2 tipos:

Gingivitis: Consiste en una inflamación de las encías que suele manifestarse con molestias, enrojecimiento, hinchazón y sangrado espontáneo o al cepillado. Generalmente, es de causa infecciosa y es reversible.

Periodontitis: Consiste en una enfermedad inflamatoria crónica y, por tanto irreversible, multifactorial asociada a la placa bacteriana y caracterizada por la destrucción progresiva de los tejidos de sostén de los dientes (fundamentalmente nos referimos al hueso), que acaba por provocar movilidad dentaria y finalmente pérdida de los dientes afectados. Generalmente, no produce dolor. Puede afectar a toda la arcada dentaria o a parte de ella.

Puede decirse que no todas las Gingivitis evolucionan en Periodontitis, pero todas las Periodontitis previamente han sido Gingivitis. Por tanto, si tratamos la Gingivitis, prevenimos la Periodontitis.

La causa principal de la gingivitis, así como de la enfermedad periodontal o periodontitis es la acumulación de bacterias entre la encía y los dientes debido a la mala higiene bucodental. Además, los problemas periodontales también están estrechamente relacionados con:

-El consumo de tabaco que junto con una inadecuada higiene son las causas principales de enfermedad periodontal.

-Los cambios hormonales de la mujer durante la menstruación, el embarazo o debido a los anticonceptivos que pueden causar inflamación gingival.

-La diabetes mal controlada puede favorecer la aparición de gingivitis o periodontitis y ser más susceptibles a ciertas enfermedades infecciosas bucodentales.

– La genética heredada puede predisponer a tener mayor probabilidad de desarrollar enfermedad periodontal.

Un correcto diagnóstico de la enfermedad periodontal es esencial para un adecuado tratamiento y mantenimiento de la salud de las encías a largo plazo.

Un diagnóstico periodontal completo se realiza mediante las siguientes pruebas diagnósticas:

– Índice de placa: consiste en la aplicación de un revelador bacteriano en los dientes que nos indica la cantidad de placa bacteriana acumulada en cada paciente.

– Periodontograma: valoración en la que se mide la pérdida de inserción de cada diente, el sangrado, las retracciones gingivales y la movilidad, entre otros parámetros.

– Radiografías intraorales que nos indican la viabilidad individual de cada diente.

Todo tratamiento periodontal básico consiste en:

– Una sesión de instrucciones de higiene bucodental para motivar un cambio en los hábitos higiénicos del paciente. Los objetivos son optimizar al máximo la rutina de cepillado dental y promover el uso de otras técnicas complementarias en nuestra vida diaria.

– Una limpieza/higiene profesional (profilaxis).

– Raspados y alisados radiculares («curetajes») que se pueden realizar bajo anestesia local y generalmente en varias sesiones.

– Reeducación del paciente en hábitos tóxicos y perjudiciales para la salud periodontal y general, en caso que los hubiera.

Tras este tratamiento básico es relativamente frecuente requerir un tratamiento quirúrgico, que nos permitirá limpiar zonas de difícil acceso o bien regenerar defectos óseos periodontales ocasionados por la enfermedad.